Brigadas Comunitarias Militares para la Educación y la Salud (Bricomiles) llegaron para ayudar a reparar las escuelas del país. Así lo aseguró el presidente Nicolás Maduro, mientras brindaba un avance de cómo se están reparando las escuelas del país, el pasado 12 de julio.

La incorporación de los militares en las escuelas públicas del país solo generó descontento en los gremios y organizaciones no gubernamentales que defienden los derechos de los niños, niñas y adolescentes, así como sindicatos de maestros que rechazan la militarización de las instituciones educativas.

“El poder militar y el poder popular juntos para acabar la guerra”, fue el eslogan que señaló Nicolás Maduro durante la cadena nacional, realizada este 12 de julio, desde el Palacio de Miraflores. Enfatizó que actualmente se desplegaron más de 20.000 coordinadores en todo el país para inspeccionar los arreglos a las infraestructuras educativas.

Para Carlos Trapani, coordinador general de Cecodap, es motivo de preocupación las declaraciones del presidente Maduro sobre la inserción de los militares en la maquinaria educativa. Si bien, enfatiza que la reparación de las escuelas es una necesidad, cree que existen mecanismos para efectuarla, sin necesidad de usar la fuerza castrenses.

“Recordemos que la máxima instancia en estos casos son las asambleas escolares. No podemos permitir que los militares, que no conocen las particularidades de un centro educativo, estén a la cabeza de esas obras”, señaló.

Sostuvo que los centros educativos son espacios civiles, por lo que “bajo ningún concepto se debe permitir que autoridades militares que no tienen formación pedagógica sean las personas que estimulen los procesos educativos”.

Una campaña adelantada

La presidenta de Formación para la Dirigencia Sindical (Fordisi), Gricelda Sánchez, advirtió que el gobierno de Nicolás Maduro busca votos para su próxima campaña presidencial. “Lo que vemos es que Maduro está de campaña electoral, sobre todo con la tesis de la reconstrucción de las escuelas, que parece más bien una tesis que la realidad”, agregó.

Sostuvo que los problemas estructurales de las escuelas son graves, en comparación a lo dicho por el gobierno. “Tenemos escuelas con problemas permanentes de agua, techos sin impermeabilizar, incluso escuelas que se han caído, como ocurrió en el estado Táchira”, agregó.

Para Sánchez, la iniciativa gubernamental puede ayudar a reconstruir las más de 20.000 instituciones educativas públicas en el país, pero siempre que los materiales sean de buena calidad y las personas encargadas sean profesionales en su materia. “No pueden pretender que sean los padres y maestros quienes arreglen los problemas estructurales. Necesitamos ingenieros, albañiles y contratistas capacitados para solventar los problemas”, sostuvo.

Agregó que le parece irresponsable que Maduro delegue la mano de obra a la comunidad. “Nos informaron que en varias de las escuelas llegan la cuadrilla de militares, dejan los materiales y pretenden que sean los padres, madres y maestros quienes hagan los trabajos de construcción”, sostuvo.

En la interlocución realizada por el presidente Maduro, no dio detalles del funcionamiento de las brigadas militares con los representantes del sector educativo, más allá de la supervisión de las obras, así como el cumplimiento de las labores. Maduro reiteró, en varias ocasiones, que el propósito de las Bricomiles es “unir el Poder creativo del pueblo y en este caso con el inmenso Poder de la FANB, el Poder Militar”.

Ante las declaraciones de Maduro, Sánchez reiteró que las escuelas son lugares civiles no militar. “No es lo mismo que un militar vaya a la escuela como custodio por las noches, para evitar robos o hurtos. Desde hace años las escuelas necesitan protección, no imponer ideologías castrenses”, agregó.

Sánchez sostuvo: “¿Qué queremos? que no sea un pañito de agua. Queremos que se recupere la infraestructura. Es un reclamo que hemos hecho con mucha persistencia”.

Dudas y más dudas

Para Fernando Pereira, cofundador de Cecodap, es positivo que el gobierno reconozca las condiciones de deterioro que se encuentran las escuelas del país actualmente, pero le genera dudas si el plan tendrá una conclusión positiva.

“Hay dudas profundas sobre las posibilidades y alcance del planteamiento hecho por Nicolás Maduro para solventar los problemas en las escuelas. Hablamos de que las condiciones de los centros educativos requieren una inversión muy importante de recursos financieros y humanos. Requiere un trabajo especializado para lograr revertir la situación luego de años de deterioro por falta de inversión y mantenimiento por parte del Estado venezolano”, señaló.

Sostuvo que el plan realizado por Maduro recuerda al Plan Bolívar 200, con el que el presidente Hugo Chávez, instó a los militares a hacerse cargo de “reparar” infraestructuras en hospitales y centros educativos. “La intervención no técnica especializada ya ha dejado lecciones profundas al país. Hacer el trabajo solo con el voluntariado de las comunidades, los padres y representantes (quienes tal vez puedan tener una mano de obra calificada) no es suficiente para subsanar el deterioro de las instituciones educativas”, agregó.

Reiteró que hasta el momento no se garantizan los insumos ni materiales requeridos para tratar el mal estado de las infraestructuras, que no solo requieren una mano de pintura, sino reparaciones más profundas. “Se requiere una inversión importante; pero nada de eso se ha hecho público. No nos dicen qué organismos cuentan con los recursos. Esos elementos nos generan solo dudas”, sostuvo.

Subrayó que el carácter partidista del nuevo plan que involucran a las Bricomiles es evidente. “Por supuesto se introduce un elemento partidista que contamina y le quita el carácter público y estatal que debe tener. No puede ser un factor político que determine qué instituciones se pueden reparar o no. El otro elemento institucional es el uso de las Fuerzas Armadas para comandar el proceso”, reiteró.

No evadir la responsabilidad

Para Lila Vega, miembro de la Red de Madres Padres y Representantes, el Estado venezolano está evadiendo su responsabilidad a dejar a cargo las reparaciones de las escuelas a los voluntarios de la comunidad, bajo la supervisión de militares no experimentados en el tema.

“Las escuelas necesitan ser reparadas, pero necesitamos maestros, transporte y comida, no militares. Por eso nos preocupa la intervención de militares en los espacios educativos”, señaló.

Sostuvo que no se puede pretender que la marca para arreglar a las escuelas dependa de la capacidad de los padres para reparar la infraestructura. “Es una obligación del Estado, independientemente de los padres o voluntarios. Que haya ayuda de la comunidad es un extra, no puede ser su responsabilidad completa”, sostuvo.

Cecodap

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