Para la Coordinación Nacional de Alimentación Escolar de la Zona Educativa del estado Sucre “la situación país” repercute en el importación de los alimentos. De 16 rubros que llegaban ahora solo reciben 6 artículos entre ellos, azúcar, arroz, espagueti y leche.  Maestros hacen “vaca” para comprar aliños y hacer una pasta más agradable a los niños.

Cumaná.- El drama que viven los docentes en Venezuela no se limita solo a los  bajos sueldos que devengan estos profesionales; la tragedia se traslada a las condiciones en las que los maestros deben laborar en los centros educativos y a la situación que deben enfrentar a diario ante la imposibilidad de “auxiliar” a algún alumno con déficit alimenticio debido a que el Programa de Alimentación Escolar, PAE, es insuficiente y carece de proteínas.

En Cumaná, los educadores deben lidiar con una realidad que se repite en todo el territorio nacional. De acuerdo con cifras de las federaciones nacionales del magisterio más de 80% de la infraestructura escolar está colapsada, la prestación de los servicios públicos básicos en las escuelas nacionales y municipales como luz y agua es deficiente, y en muchos casos inexistentes y a ello, se la suman las  irregularidades en el programa de abastecimiento de alimentación escolar.

“Pretender iniciar el año escolar en estas condiciones en las que ni siquiera se garantiza la comida a los chamos, es temerario. Los niños se desmayan y ya los maestros no tienen para comprarles un desayuno”; así lo expresó Dayana Salazar, representante de una niña de cuarto grado en la escuela La Inmaculada, de Caiguire.

A casi un mes de haberse iniciado oficialmente el año escolar en Venezuela, la precariedad en la que se encuentran los maestros para ejercer de manera óptima sus funciones se ve afectada aún más ante la intermitencia del Programa de Abastecimiento de Alimentación Escolar, situación que ha sido denunciada por los representantes nacionales del magisterio.

programa de alimentación escolar.
Los maestros ya no pueden dar de comer a niños con déficit de alimentación. Foto: Mónica Salazar.

Muchos son los representantes que a pesar de las dificultades llevan a sus hijos a la escuela “porque allí por lo menos van a comer” dice otra mamá de la unidad educativa Don Prieto Figueroa, ubicada en la avenida Gran Mariscal de Cumaná, que prefirió no identificarse. “Pero si no llega la comida no lo traigo, con hambre nadie aprende”, cuenta angustiada porque su sueldo no le alcanza para nada.

Solo se distribuyen 6 rubros de alimentos

En el estado Sucre el abastecimiento de alimentos de los comedores escolares se realiza en dos ejes, determinados así: eje 1 abarca a los municipios Sucre, Montes, Cruz Salmerón Acosta, Mejias y Bolívar; mientras que en el  eje 2 abastecen a los municipios Bermúdez, Arismendi, Andrés Eloy Blanco, Libertador, Ribero y enlazan con el resto de Paria.

Funcionarios del Consejo Nacional de Alimentación Escolar (Cnae) de la Zona Educativa del estado Sucre, aun cuando atendieron al equipo de Crónica.Uno solicitaron no ser identificados. Informaron  que en el municipio Sucre “se arrancó el año escolar con la atención de las  314 escuelas”.

Estas instituciones recibieron abastecimiento de alimentos “dependiendo de su matrícula y del nivel de escolaridad: preescolar, primaria o liceo”.

En Cumaná no todas las escuelas cuentan con el espacio físico determinado para el comedor escolar pero en su mayoría tienen cocina escolares que son manejadas por “las cocineras de la patria”, mujeres y madres de las comunidades cercanas al centro educativo. Ellas reciben instrucción de manejos de alimentos por parte del Instituto Nacional de Nutrición.

Se pudo conocer que en el municipio Sucre, se despacha la  mercancía los días martes y miércoles y para los municipios foráneos, los jueves; generalmente un suministro para 15 días.

Según la información recabada en el Cnae,  “la situación país” repercute en la importación de los alimentos; de 16 rubros que llegaban ahora solo reciben 6 artículos, entre ellos, azúcar, arroz, espagueti y leche, sin proteínas.

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Las escuelas recibieron una dotación insuficiente y no satisfactoria. Foto: Mónica Salazar.

Los insumos del Programa de Alimentación Escolar en Sucre son suministrados por Mercal, instancia que dota al galpón del Cnae de los requerimientos para la atención de los comedores escolares en atención a la solicitud de lo directores de los planteles. Estos reciben la visita de supervisores que hacen inventario de los alimentos que puedan quedar de una entrega anterior y procede a “completar el nuevo pedido”.

Para la efectiva entrega o retiro de los alimentos, el Cnae dispone de dos unidades de transporte para Cumaná y una, para Carúpano. El pedido va a una escuela piloto por circuito escolar y de allí son retirados por cada director de escuela, que debe pagar su transporte particular hasta su centro educativo.

Solo carbohidratos 

La realidad de las escuelas visitadas por Crónica.Uno  está reñida de alguna manera con la información de los entes oficiales, porque aun cuando en las dos primeras semanas del inicio del año escolar  recibieron alguna dotación de alimentos, no fue satisfactoria ni suficiente. No alcanzaba para toda la matrícula y menos, para asegurar 15 días de abastecimiento.

En la unidad educativa Juan Freites, ubicada en la calle Blanco Fombona de la capital sucrense con una matrícula de 524 estudiantes recibió la primera semana de clases solo pasta, leche y azúcar.  “En la semana del 20 de septiembre al 4 de octubre no recibimos dotación”, acotó la profesora Dionicia Cedeño coordinadora académica del referido plantel.

Sin embargo refirió la profesora Cedeño: “Aquí no solo atendemos a nuestros estudiantes regulares, también impartimos educación no convencional hasta sexto grado y atendemos  niños-espacios/comunidad. Estos últimos son los niños que no están en edad escolar, pero son la población vulnerable cercana a nuestra escuela”.

Mientras, en la escuela Andrés Eloy Blanco con una matrícula de 1000 alumnos fue abastecida con varios rubros  por el programa la primera semana de clases. Luego en la tercera semana solo recibió pasta y azúcar.

Una maestra, de esta institución, cuenta: “Entre todo el personal docentes hacemos una ‘vaca’ para comprar aliños y preparar una pasta que pueda ser mínimamente agradable para los chamos”.

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