La Asamblea Nacional del 6 de diciembre tiene la mirada puesta en el acoso escolar. El Parlamento venezolano, de mayoría chavista, aprobó en primera discusión el proyecto de Ley de Convivencia Pacífica y Escolar.
La ley propuesta en el Parlamento tiene 24 artículos y tres capítulos, que buscan prevenir y sancionar las agresiones físicas y psicológicas que sufren las víctimas de acoso escolar, incluso las realizadas a través de redes sociales.
En una entrevista con Efecto Cocuyo, Luisa Pernalete, educadora y miembro del Centro de Formación de Investigación de Fe y Alegría señala que esta ley sobre el acoso escolar debe ser “difundida y discutida antes de su aprobación final”.
A juicio de Pernalete, si la ley se va a aprobar tiene que ser ampliamente difundida y discutida por quienes hacen vida en el ámbito escolar, no solamente los representantes, sino los profesores, el personal de limpieza y los niños, niñas y adolescentes.
En la misma línea, el Centro Comunitario de Aprendizaje (Cecodap), una organización dedicada a promover la defensa de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, envió un documento con observaciones al Parlamento donde fijan posición acerca del proyecto aprobado en primera discusión.
Desde la ONG señalan que el acoso escolar es una problemática compleja y representa solo una de múltiples expresiones de violencia que ocurren en las escuelas y liceos del país. El documento expresa que la convivencia en el área educativa requiere y exige más que solo la erradicación del acoso escolar, conocido universalmente como bullying.
Todo no es acoso
Es importante diversificar el tipo de violencia que se esté generando en los centros educativos. Pernalete señala que hay que diferenciar los demás tipos de violencia que pueden presentarse en los salones de clases o en el entorno educativo donde se pueda dar el acoso escolar.
Para la experta en el sector educativo el proyecto de ley aprobado en primera discusión por el Parlamento tiene una imprecisión sobre estos dos conceptos.
“Violencia escolar incluye todo, pero todo no es acoso, todo no es bullying. La violencia escolar incluye desde el pleito que hubo en el recreo, porque dos chicos discutieron en el juego y terminaron peleando, eso es violencia escolar pero no es acoso”, dice la académica.
Mientras que el acoso escolar tiene varias características: es intencional, es reiterado; no fue un chiste que se hizo un día y todo se rieron, suelen ser silenciosos, puede tener cómplices por miedo y a veces porque el acosador se va convirtiendo en una especie de líder a negativo.
“El acoso escolar tiene unas características que son más difíciles de enfrentar que la violencia escolar en general (…) Me parece que es una imprecisión ahí en el proyecto porque creo que mezclan unas cosas con las otras”, explica la educadora.
Pernalete señala que en las escuelas se deben prevenir todos los tipos de violencia. Explica que la violencia escolar no siempre tiene intención de dañar, ya que en muchas ocasiones se realiza por desconocimiento o porque simplemente no se administra la rabia.
Prevención
Para la especialista en el área educativa, el proyecto de ley aprobado en primera discusión debe enfocarse en la prevención de la violencia escolar y el acoso. La experta explica que es importante la formación de quienes conviven en el área educativa para el desarrollo de una vida escolar saludable.
“Estamos hablando de escuela, no estamos hablando de acoso laboral, allí es distinto porque todos son adultos, pero aquí estamos hablando de escuelas, en donde todo el mundo se tiene que educar, entonces vamos a hablar de cómo se puede hacer para detectar y cómo se hace para prevenir”, agrega.
Pernalete enumeró cinco elementos que pueden ayudar a eliminar o bajar los niveles de violencia escolar en los planteles.
En una escuela, sean los niños o adolescentes de la edad que sea, tiene que haber mucha observación para detectar cualquier cambio de ánimo en el alumno. Si es más pequeño hay que poner más atención porque tiene menos capacidad de expresarse; mientras que si es de adolescentes la observación debe ser muy detallada porque suelen esconder lo que les ocurre cuando están siendo acosados, puede ser por miedo o bien sea para que no se burlen.
Se debe hablar del tema, por supuesto según la edad. Hay que establecer los acuerdos de convivencia, o sea tienen que haber normas en el salón de clases y normas en el colegio, pero que sean normas con sentido y esto es muy importante, no se pueden imponer las normas.
“Aquí se hace esto porque lo mando yo. No, eso así no funciona, para que la norma sea más fácil de cumplir y sea realmente algo positivo que se convierte en hábito tiene que ser una norma con sentido”, indica.
Suponer que algo pasa. Para Pernalete es importante trabajar con los padres, madres y representantes si los alumnos muestran desinterés de ir al colegio por algún motivo. “Cuando el niño no quiere ir para el colegio porque amaneció con pereza, no pasa nada, pero cuando es ya reiterado algo está pasando”, expresa.
La especialista añade que cuando el acoso escolar es silencioso afecta mucho a las víctimas ya que hay amenazas y amedrentamiento. Indica que hay señales y que normalmente las víctimas no hablan por miedo o para que no se burlen, sobre todo en el caso de los varones, a quienes no les gusta hablar de cuando han tenido algún problema de violencia o algún problema de acoso por temor a las burlas y represalias.
Prevenir. La prevención es importante en el contexto de frenar la violencia y el acoso escolar, Pernalete señala que para esto es importante que se conozcan los derechos y deberes que tienen todos los que conviven en el entorno educativo.
“Tú tienes derecho pero también como ciudadano y desde chiquito, tiene que saber que tienes deberes. Cuando tú conoces tú derechos tú los puedes exigir: mire maestra no me gustó la manera como usted nos castigó ayer, por ejemplo, o el castigo colectivo está prohibido. Si tú eso lo sabes, tú tienes un poder, pero también tienes deberes, tienes que respetar la naturaleza, respetar a tus maestros, respetar a los animales, a los trabajadores y a tus compañeros”, añade.
Confidencialidad. Pernalete recomienda tener mucha confidencialidad en estos temas porque si se hace público puede generar un problema muy serio. La especialista asegura que cuando se hable del acoso escolar hay que insistir en que los acosados pueden terminar reaccionando de manera delicada, ya sea por una golpiza o en un caso más extremos como el suicidio.
“Cuando tú detectas que hay un problema de acoso, tú hablas con el acosado a ver qué te dice, preguntas cómo andan las cosas en casa, aquí estoy yo para conversar contigo siempre la orden. Por supuesto a los acosadores también hay que trabajarlos, a la víctima hay que protegerlas, pero el acosador es un muchacho con problemas, porque eso no es lo normal”, dice.
Pernalete subraya que la prevención de la violencia escolar y del bullying tiene que ser permanente y como un eje que tiene que permear toda la gestión escolar. Explica que la violencia escolar y el bullying tienen que ser trabajado por la gestión escolar.
Protocolos antiacoso
La integrante del Centro de Formación de Investigación de Fe y Alegría, reitera que las normas en el salón de clases deben ser consensuadas y que deben existir los acuerdos de convivencia que sean respetados por quienes hacen vida en el entorno escolar.
“Todo lo que es educación emocional tiene que ver también con la prevención y reducción de la violencia escolar sea del tipo que sea”, dice.
Pernalete asevera que no en todos los colegios hay psicólogos u orientadores y es por esa razón que el maestro tiene que actualizarse dentro de los que es el acompañamiento psicoafectivo y en todo lo que es educación emocional.
“Me gustaría pensar que una ley antibulliyng suponga y contemple la formación del padre, la madre y de docentes en este en este tema, porque a veces la gente hace las cosas mal porque no saben”.
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