Baños operativos y con agua permanente, vacunación de todos los trabajadores, recreos por grupos y distanciamiento físico son clave para evitar nuevos contagios, explicó Huníades Urbina, secretario de la Academia Nacional de Medicina

La vuelta al colegio de manera presencial, después de año y medio de ausencia de los salones, es un tema que “levanta ronchas” en el país. Los gremios docentes reclaman salarios que les permitan subsistir, las familias temen que las escuelas se conviertan en espacios de contagio, los trabajadores de la salud advierten que no quieren que a los maestros les ocurra lo mismo que a médicos y enfermeras.

“Aún entendiendo la necesidad que tienen los niños de volver a clases presenciales por la socialización y por los problemas para las clases a distancia, nos sigue preocupando la insistencia en llamar a clases presenciales sin cumplir con algunas recomendaciones”, expone Huníades Urbina, secretario de la Academia Nacional de Medicina.

La pandemia, recuerda, “puso en evidencia la brecha tecnológica tan importante que hay en el país. Hay profesores y maestros que no tienen computadora ni teléfono inteligente, no hay internet en los barrios. Todo eso hay que tomarlo en consideración”.

Hay que retornar a clases presenciales porque el coronavirus no se va a acabar ahora, quedan por lo menos dos años, estima Tatiana Drummond, infectóloga pediatra.

¿Cuáles son los riesgos de volver a clases presenciales en estas condiciones? “Si no tengo personal vacunado, con niños no vacunados, puede aumentar la incidencia de coronavirus en el país, agravado por la cepa delta y su mayor capacidad de transmisión. Eso nos preocupa mucho”. Por eso “entendemos la necesidad de volver a clases, pero con normas estrictas”.

Estas son las “reglas de oro” que plantea Urbina:

-Todo el personal del plantel debe estar vacunado contra la COVID-19: obreros, profesores, empleados. “En Venezuela, según datos de la OPS del pasado 15 de octubre, solo 20,57% tiene las dos dosis; son 6 millones de personas, y somos 28 millones de habitantes. Es decir, nos falta vacunar a 19 millones de habitantes con las dos dosis”, detalla Urbina.

-Los baños de las escuelas deben estar operativos, con servicio de agua de manera permanente. Lo más importante para la prevención de la COVID-19 es el lavado de manos, reitera Drummond.

-Trabajadores y estudiantes deben saber con claridad cómo van a ser las clases: menos estudiantes por salón, buena ventilación de las aulas, recreo fraccionado, distanciamiento físico. “Se debe mantener la burbuja: cada salón sale solo a recreo; si la escuela tiene comedor los estudiantes deben comer por grupos”.

-Entrega diaria de tapabocas. Cada persona que ingrese al plantel debe ponerse un tapabocas nuevo.

-Gel antibacterial que tienen que colocarse cada vez que entren y salgan del salón.

-Uso obligatorio de mascarilla.

-Compromiso de las familias de no enviar a los estudiantes si tienen síntomas como fiebre o resfriado, precisa Drummond.

-Dentro del salón los estudiantes deben estar a un metro y medio o dos metros de distancia, calcula la infectóloga pediatra.

Contra Punto

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