Desde 2017, el régimen de Nicolás Maduro no ha publicado las cifras de mortalidad infantil. En 2016, un explosivo boletín del Ministerio Público reveló que 11.466 niños murieron en el país
A medida de que Venezuela entra en el séptimo año de depresión económica, en el país se registra un aumento de las muertes de bebés por desnutrición severa. Las tasas de mortalidad infantil habían disminuido casi continuamente desde la década de 1940 y casi se redujeron a la mitad hasta mediados del 2011.
La precaria situación fue registrada por el diario británico The Guardian, que registró dos casos puntuales ocurridos el estado Bolívar, una de las entidades del país más afectadas.
Los médicos y trabajadores sociales aseguraron que estaban atendiendo a más y más niños con desnutrición severa, como Yaretzi López Pinto, una bebé de apenas tres meses que murió en el pasado 16 de enero.
El cuerpo de la pequeña yacía en un ataúd que era un poco más grande que una caja de zapatos. «Como madre, es un dolor que nunca superarás», expresó al medio Yangelis, progenitora de la pequeña, mientras se preparaba para su despedida final.
Adversos al régimen de Nicolás Maduro culpan de la situación a la corrupción, la incompetencia y la mala gestión. La crisis condena a los bebés a la tumba con apenas unos meses de nacidos.
Desde 2017, el régimen socialista no ha publicado las cifras correspondientes. Ese año, un explosivo boletín del Ministerio Público reveló que 11.466 niños murieron en 2016.
«Ha habido un aumento increíble en los casos de desnutrición en el último año y medio o dos», dijo un médico de urgencias a The Guardian. El profesional pidió mantenerse en el anonimato debido a la naturaleza políticamente sensible de la emergencia.
«Tenemos tantos niños que sufren desnutrición severa de proteínas y calorías», expresó la fuente.
Después de 24 horas de la muerte de Yaretzi, una bebé de 11 meses luchaba por su vida en la sala de emergencias pediátricas del hospital Ruiz y Páez de Ciudad Bolívar. La ingresaron cinco días antes con disentería amebiana exacerbada por la desnutrición.
Durante ese tiempo, su madre de 16 años, María Baeza, había visto a otros tres niños, entre ellos Yaretzi, perecer ante sus ojos, con la desnutrición como un factor clave en las tres muertes, según los médicos.
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