Fuente: Luisa Pernalete en El Pitazo – Después de casi dos años con clases a distancia comentaban los docentes que los chicos habían llegado sin hábitos de estudio y de convivencia. A muchos de los más pequeños se les había olvidado leer, e incluso, hasta cómo agarrar un lápiz. ¿Se puede hacer algo en vacaciones que no les suponga un fastidio, pero que les entrene sin darse cuenta?
Educar a sus hijos en vacaciones no se trata de poner a los hijos a hacer “tareas en vacaciones”, sino de considerar algunas sencillas actividades. Les hago estas recomendaciones para que, cuando se reinicien las clases, los chicos no lleguen a las aulas con lagunas mentales y con muchos desaprendizajes, después de este largo período de receso vacacional.
Y no crea que son solo los suyos los que llegan con el cerebro perezoso y muchos olvidos. En todas partes del mundo, los largos recesos de clase, ya sea por desastres naturales, guerras, huelgas, pandemia, o, como en nuestro caso, por este caos de país, los estudiantes se van desprendiendo de cosas que han aprendido.
Después de casi dos años con clases a distancia, por la cuarentena prolongada, comentaban los docentes que los chicos habían llegado sin hábitos de estudio y de convivencia. A muchos de los más pequeños se les había olvidado leer, e incluso, hasta cómo agarrar un lápiz. ¿Se puede hacer algo en vacaciones que no les suponga un fastidio, pero que les entrene sin darse cuenta?
Vamos con algunos tips
Comience usted por llenarse de paciencia y ponga a funcionar su cerebro creativo. No deje de hacer sus ejercicios de relajación, respiración profunda, conversar con la familia y las amistades de toda la vida, consentirse un poco… eso le ayudará a establecer algunas estrategias “escolares” sin pupitres.
Tenga una rutina, flexible, pero rutina al fin, que le ayude a abandonar todos los hábitos de convivencia familiar: hora flexible, pero con límites para levantarse y acostarse, cooperar con tareas hogareñas, acomodar sus cosas, ayudar en la cocina…
Si los niños son pequeños, digamos en edades de educación inicial y primeros grados de primaria, para que no olviden lo que aprendieron en lectura, coloque carteles en la cocina, comedor, con nombres de las cosas: mesa, silla, nevera, puerta… para que el niño no se olvide de identificar palabra con objeto.
Les recomiendo una aplicación excelente para los de educación inicial y primer y segundo grado: Graphogame, se descargas gratis por el celular, y una vez descargado ya no necesitará más wifi para utilizarla, ¡es muy entretenida y fácil! Cuide que el niño o la niña no se enganchen toda la tarde, ponga un rato; un día sí, otro no.
Si ya los niños saben leer, pues pídales que lean en voz alta cualquier cuento corto. Y luego haga algunas preguntas: ¿quiénes eran los personajes?, ¿cómo empezó el cuento y cómo terminó?, ¿qué tal si le inventan otro final?…
Para que escriban sin darse cuenta que están “repasando”, pida que le hagan una carta a algún familiar que esté fuera de la ciudad o del país… Eso vale también para los adolescentes, pero a ellos también les puede pedir que le escriban a sus mejores amigos o amigas, esos con los que esperan reencontrarse el próximo año escolar.
Comparta tiempo con ellos. ¿Qué recuerdan del colegio? ¿Qué fue lo que más les gustó? ¿Qué no les gustó? ¿ Qué le pedirían a sus maestros o profesores que quisieran aprender este próximo año? Comparta también anécdotas divertidas de la familia, o chistes del colegio. Cuente usted sus propias anécdotas de cuando estaba en su infancia… El sentido del humor es terapéutico. Reírse y sonreír ayuda a la salud. Aproveche también esos ratos para cantar, así sea desafinado; bailen…
Las relaciones también enseñan, así que, si hay vecinos de sus edades, o compañeros que viven cerca, prepare algo de deporte, o juegos de mesa… Esté usted cerca, pero compartir con sus pares es muy importante.
Busque algún momento para hablar de esos “temas” tales como el acoso escolar, algo sobre educación sexual… Hoy en internet hay videos educativos adaptados a las diferentes edades sobre estos temas, véalos con ellos a ver qué opinan, no deje que sean “otros” los que les informen y les cuentes.
Usted puede educarles también en la parte emocional. Es importantes que tanto pequeños, como adolescentes, aprendan a reconocer sus emociones: rabia, tristeza, miedo, alegría… son la básicas. Los pequeños que pinten caritas con esas emociones, y los más grandes que hablen qué les genera alegría, qué les da miedo, que los pone triste, que les da rabia…
Si profesa alguna religión, es muy educativo rezar, así sea un Padrenuestro; que den gracias por algo, que pidan por alguien, por algún familiar o conocido enfermo o que esté fuera del país… Padrenuestro, que estás en la casa/ en el patio entre chamas y chamos/ que tu Reino sea santificado/ y que de los juegos surjan los hermanos…
Dosifique esta educación en vacaciones, sin prisa, pero sin pausa. Verá que da resultado.
Una cosa mis amigos / yo le voy a sugerir/ usted puede hacer mucho/ para poder prevenir// Algo muy importante/ que Ud. tiene que saber/ también en las vacaciones/ se puede mucho aprender.
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