El Grupo de Trabajo sobre la Esclavitud Moderna en Venezuela (GTEMV), una alianza de organizaciones de la sociedad civil, insta al Estado a tomar medidas urgentes, entre ellas disminuir los riesgos asociados a la migración forzada y crear fiscalías especializadas para realizar investigaciones más efectivas y revertir la impunidad generalizada.

Con motivo del Día Mundial contra la Trata de Personas, que se conmemora el 30 de julio, el Grupo de Trabajo sobre la Esclavitud Moderna en Venezuela (GTEMV) identificó las principales amenazas que surgen de la profundización de la emergencia humanitaria compleja en el país, expresada en un indetenible deterioro de la calidad de vida de la población venezolana por el quiebre del Estado y la incapacidad de sus instituciones para dar respuestas efectivas que garanticen la plena vigencia de los derechos humanos.

El GTEMV es una alianza de organizaciones de la sociedad civil interesadas en las dinámicas de esclavitud moderna. Desde septiembre de 2017 y con el respaldo de la Embajada Británica en Caracas, el GTEMV ha desarrollado un debate con el propósito de contribuir con la comprensión de los problemas y, en la medida de la posible, aportar soluciones.

Los integrantes del GTEMV llamaron la atención sobre las cinco alertas más apremiantes en materia de trata de personas:

1) El hambre

La inseguridad alimentaria subyace y potencia todas las formas de explotación. Una parte importante de la población padece necesidades extremas, que la hacen vulnerable a la explotación, de modo que proliferan las prácticas de sobrevivencia. El intercambio de sexo por comida es un ejemplo de esas situaciones que constituyen explotación y aumentan los riesgos de trata de personas.

2) La migración forzada

La emergencia humanitaria compleja en Venezuela ha generado una crisis de movilidad humana en América Latina. La migración forzada es una de las principales causas de aumento de los factores de riesgo y sobre exposición de la población venezolana a la trata de personas y a muchas de las prácticas neo-esclavistas, tanto en Venezuela, como en los países de tránsito y destino.

El deterioro de la calidad de vida, la hiperinflación, la escasez de alimentos, medicamentos, el colapso de los servicios básicos como la electricidad, el agua potable, el gas doméstico y el transporte, y la elevada inseguridad personal y social son aspectos que propician la disposición al riesgo de algunos migrantes, porque, al no tener garantizadas sus necesidades básicas, sienten que no tienen nada que perder.

3) Las mujeres son las principales víctimas

Las nuevas formas de esclavitud no son neutrales al género. Las mujeres, incluidas las mujeres trans, lesbianas, adolescentes mujeres, y niñas son el grupo poblacional con mayor riesgo de sufrir

situaciones de explotación. El abuso, la violencia sexual y el sexo transaccional como posibles fuentes de ingresos aumentan la posibilidad de que sean víctimas de trata de personas y otras formas de esclavitud moderna. Las mujeres adultas constituyen 70% del total de víctimas.

Adicionalmente, las mujeres son utilizadas como “anzuelo” para captar a nuevas víctimas, aprovechando la relación de confianza y empatía que las mujeres generan entre sí. Muchas de las captadoras han sido víctimas de trata anteriormente.

Por su parte, los hombres, adolescentes hombres y los niñosson vulnerables a situaciones de trabajo forzado y en condiciones peligrosas, al reclutamiento forzado por parte de grupos armados irregulares ligado a actividades de contrabando, pero también en el sector agrícola, pesquero y minero.

4) Otros grupos en situación de vulnerabilidad

Los niños, niñas y adolescentes. Los niños, niñas y adolescentes (NNA) son particularmente vulnerables en Venezuela frente a la trata de personas y otras formas de esclavitud moderna. En el contexto de la emergencia humanitaria compleja, los NNA pueden convertirse en proveedores, para satisfacer sus propias necesidades o las de sus familias, y pueden llegar a involucrarse en situaciones de sexo transaccional como mecanismo de sobrevivencia. En zonas de frontera se ven involucrados con grupos armados irregulares y corren el riesgo de reclutamiento forzado, mientras que en zonas mineras aumentan las posibilidades de que sean sometidos a explotación laboral y sexual. El ejercicio obligado de la mendicidad es otra situación preocupante, que se ha naturalizado por la gran cantidad de personas de todas las edades que mendigan para subsistir.

En medio de la migración forzada, las redes de delincuencia han aprovechado la desintegración familiar para captar a NNA no acompañados, separados o que están al cuidado de la familia extendida o de otras personas. Frente a tales situaciones resaltan las debilidades del Sistema de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes.

Población LGBTI. En el caso de las mujeres trans, la captación de víctimas de trata puede incluir la oferta de pago del tratamiento médico para su proceso de transición sexual, implantes. En algunos casos se ven forzadas a salir de Venezuela para ejercer la prostitución, porque son cabezas de familia y no tienen sustento fijo para su manutención.

Indígenas. Para la población indígena y particularmente para las mujeres indígenas los factores de riesgo se asocian a las dificultades para obtener documentos de identidad, el aumento de la presencia de actores armados no estatales y el caos de la minería ilegal.

5) La impunidad

El desmantelamiento de la institucionalidad democrática del país favorece el delito de trata de personas y otras formas de esclavitud moderna. En líneas generales, los grupos delictivos actúan con libertad, en un entorno de impunidad, y esto aplica también respecto a los grupos delictivos que se dedican a la trata de personas o a otras formas de explotación. Del mismo modo, en ciertas zonas del país, particularmente hacia las fronteras, el control del territorio y de la población no está en manos de los órganos del Poder Público, sino de grupos armados irregulares, lo cual favorece situaciones de explotación.

Lo que debe hacer el Estado

El trabajo del GTEMV tiene enfoque de derechos humanos y, en ese sentido, se fundamenta en las obligaciones de prevención y protección que tienen los Estados respecto de la trata de personas y demás modalidades de esclavitud moderna. El Estado venezolano se ha esforzado en suscribir y ratificar los principales instrumentos internacionales que rigen la materia, sin embargo, persisten serios retos en cuanto a:

1) Políticas integrales y efectivas de prevención con participación de la sociedad civil,

2) Persecución penal de los victimarios/as, y

3) Protección, resguardo y alojamiento de las víctimas en condiciones seguras, lo cual incluye proporcionarles alimentación adecuada, atención psicosocial y oportunidades de empleo y de educación.

4) Reparación de daños. Como medidas de aplicación urgente, el GTEMV propone a las autoridades estatales:

1) Optimizar los registros oficiales de víctimas del delito de trata de personas y de otras formas

de explotación para precisar la dimensión del problema.

2) Desagregar y publicar las estadísticas oficiales por edad, género, condición étnica, tipo de explotación, modo de captación, lugar o países de destino y origen de la trata, para facilitar la participación de la sociedad civil en el diseño, ejecución y evaluación de las políticas públicas.

3) Fomentar la cooperación con organismos internacionales de derechos humanos especializados en trata y otras formas análogas de esclavitud moderna, con el fin de fortalecer las políticas públicas de prevención, investigación y sanción sobre la materia en Venezuela.

4) Incluir la perspectiva de género en el diseño y aplicación de políticas públicas, con énfasis en las necesidades de rehabilitación y reparación de daños causados a las víctimas.

5) Fortalecer el Sistema de Protección de NNA, sobre todo para prevenir los riesgos asociados a la desintegración familiar, en el contexto de la crisis de movilidad humana causada por la emergencia humanitaria compleja.

6) Propiciar la cooperación internacional en la lucha contra el crimen organizado dedicado a la trata de personas y otras formas análogas de esclavitud moderna.

7) Facilitar el acceso a la justicia de las víctimas y/o sus representantes.

8) Crear fiscalías especializadas para optimizar los procedimientos de la justicia penal para desarrollar investigar, enjuiciar y sancionar con efectividad a los responsables de la comisión de este tipo de delitos.

9) Disminuir los riesgos asociados a la migración forzada, mediante la agilización de procedimientos en materia de libre tránsito y derecho a la identidad. Las dificultades para acceder a los documentos necesarios para migrar son en sí un factor de riesgo que expone a migrantes, víctimas de trata o personas con necesidad de protección internacional a vulnerabilidades tanto en la salida como al intentar establecerse en el país de destino.

Lo que puede hacer la ciudadanía

Previa advertencia de que la trata de personas y las formas análogas de esclavitud moderna constituyen graves violaciones de derechos humanos que deben ser prevenidas y sancionadas por los Estados, el GTEMV propuso una serie de medidas preventivas en planos más domésticos:

1) No hacer entregas de niños, niñas y adolescentes al cuidado de terceras personas sin la participación de las autoridades competentes del Sistema de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, aun cuando se trate de personas que ofrezcan alimentarlos, cuidarlos y educarlos.

2) Documentar y denunciar las situaciones de las que sea testigo o le parezcan sospechosas de ser formas de explotación, en especial aquellas en las que estén involucrados niños, niñas y adolescentes no acompañados.

3) Desconfiar de las ofertas de empleo o de otros beneficios que considere excesivamente ventajosos.

4) Identificar organizaciones seriamente dedicadas al estudio de estos temas que puedan ayudar a identificar cuándo una oferta de empleo o de otro beneficio no resulta confiable.

5) Desconfiar de ofertas de empleo o de otros beneficios (ofrecimientos de viajes por placer, invitaciones a bodas) excesivamente provechosas que provengan de personas que le han contactado a través de las tecnologías de información y comunicación (email, Facebook, Instagram, Twitter, WhatsApp, u otra), aunque sean personas con las que tiene mucho tiempo, incluso años, intercambiando mensajes.

6) Desconfiar de ofertas de empleo o de otros beneficios que parezcan excesivamente provechosas aunque provengan de personas que han establecido con usted un vínculo amoroso, bien sea por medios virtuales o presenciales.

7) Los/as victimarios/as son astutos/as y van modificando sus modos de captación. Recomendamos no limitarse a tener precaución en los supuestos que aquí mencionamos, sino estar alerta en todos los supuestos.

8) No cometer nunca el error de creer que, ante una oferta sospechosa se puede sacar provecho inicial y luego decidir cuándo tomar distancia. Parte del engaño de las ofertas consiste en hacer creer que eso es posible, pero una vez que se inicia el contacto todo el control pasa a estar en manos del victimario/a que suele actuar en red.

9) Identificamos algunos elementos que aumentan la vulnerabilidad pueden ser disminuidos desde la propia persona y su entorno familiar, y alentamos a la comunidad a tomar conciencia al respecto.

  1. Personas que están dispuestas a correr altos riesgos.
  2. Personas con propensión a esperar obtener resultados en el corto plazo.
  3. Personas rodeadas de familiares o amigos que constantemente insinúan que tomen riesgos, o que busquen oportunidades en otros lugares, o que sigan el ejemplo de otras personas que lo han hecho.

10) Si decide migrar, asegúrese o trate de:

  1. Planificar su viaje y estimarlos costos de manutención: alquiler, servicios, alimentación, transporte, medicamentos que utilice, seguro médico y compare con el sueldo mínimo del país.
  2. Buscar información sobre los requisitos legales de ingreso, permanencia, trabajo y estudio (para usted o sus familiares) en el país de destino.
  3. Portar toda la documentación necesaria y no perder de vista nunca su pasaporte ni entregarlo a terceras personas.
  4. Tener redes de apoyo de familiares y amigos en el lugar de destino o que pueda contactar mediante la tecnología de comunicación.
  5. Busque la dirección de la Embajada o Consulado de Venezuela en la ciudad más cercana a la cual se dirige y téngala a mano.
  6. Mantener la comunicación con su familia en el país de origen y establecer algún patrón de comunicación que permita identificar cuando algo ande mal.
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