NP: REDHNNA. – Este primero de abril se cumplieron 25 años de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente (LOPNNA), un marco legal que emergió con la promesa de garantizar los derechos humanos de la niñez y la adolescencia en el país. Este instrumento jurídico se enmarca dentro de un contexto global que, en las últimas décadas del siglo XX, había comenzado a reconocer la infancia como un sujeto de derechos y no solo como objeto de protección. Hoy, es imperativo reflexionar sobre los logros y fracasos de esta ley, especialmente en un país donde la situación de la niñez sigue siendo alarmante.
La LOPNNA fue un avance significativo en el reconocimiento de los derechos de los niños y adolescentes, estableciendo principios como la prioridad absoluta de sus derechos, el interés superior del niño, y la necesidad de garantizar su participación en asuntos que les conciernen. Sin embargo, a medida que se celebra este aniversario, es crucial observar cómo, a pesar de contar con un marco legal sólido, la realidad de los niños y adolescentes en Venezuela dista mucho de ser la ideal.
“25 años después, la LOPNNA sigue viva. No por decreto, sino por el trabajo silencioso, valiente y constante de defensores, docentes, familias y, sobre todo, niños y adolescentes que hacen suyos sus derechos y los ejercen con dignidad. Son ellos quienes transforman el espíritu de la ley en realidad. Porque una ley solo tiene sentido si se convierte en vida, en justicia, en voz. Sigamos creyendo, construyendo y exigiendo. Por una infancia escuchada, protegida y protagonista”, dijo Carlos Trapani, Coordinador General Cecodap y defensor de derechos humanos de los niños, niñas y adolescentes en Venezuela.

Preocupa la situación de la niñez
Uno de los aspectos más preocupantes es el contexto socioeconómico del país. La crisis humanitaria compleja que atraviesa Venezuela ha llevado a la desnutrición, a la falta de acceso a servicios básicos como la salud y la educación, y a un aumento en la violencia y la explotación de la infancia. Según informes de organismos internacionales, millones de niños y adolescentes se encuentran en situación de vulnerabilidad extrema, lo que contradice el espíritu de la LOPNNA.
Además, la situación de los derechos humanos en general en Venezuela ha sido objeto de severas críticas. La represión política, la falta de libertades civiles y la escasez de recursos han afectado profundamente a la población infantil. La violencia en las comunidades, la crisis migratoria y la desintegración familiar han dejado a muchos niños huérfanos o en condiciones de abandono, vulnerando así su derecho a una infancia digna y protegida.
Es importante destacar que, más allá de la ley, la implementación de políticas efectivas y la voluntad política son fundamentales para hacer realidad esos derechos. La LOPNNA carece de la efectividad necesaria si no se acompaña de un compromiso real por parte del Estado y de la sociedad en su conjunto para garantizar su cumplimiento. La falta de recursos, la corrupción y la ineficacia administrativa han obstaculizado la aplicación efectiva de la ley, dejando a muchos niños sin la protección que necesitan.
En este contexto, es esencial que la sociedad civil, las organizaciones no gubernamentales y la comunidad internacional sigan exigiendo un mayor respeto por los derechos de la niñez y la adolescencia en Venezuela. La conmemoración de los 25 años de la LOPNNA debe ser un llamado a la acción, un momento para reflexionar sobre lo que se ha logrado y lo que aún queda por hacer.
Desde la REDHNNA hoy estamos convencidos, en que, para mirar hacia el futuro, es necesario renovar el compromiso con la infancia. La situación actual exige no solo la defensa de los derechos de los niños y adolescentes, sino también la creación de un entorno en el que puedan crecer y desarrollarse plenamente. Esto implica la promoción de políticas públicas efectivas y un cambio cultural que valore y respete a la niñez como parte integral de nuestra sociedad.
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