Vivimos un momento para el que no nos prepararon. Es en estas situaciones cuando surge la posibilidad de que los seres humanos desarrollemos la resiliencia. Entendemos por resiliencia a la capacidad de enfrentar, sobreponerse y ser fortalecido por experiencias adversas.

Esta es la habilidad que durante la cuarentena nos permitirá reestructurar nuestro estilo de vida y no sólo seguir adelante satisfactoriamente, sino también reflexionar sobre la forma en la que entendíamos la vida, las rutinas, la forma de invertir el tiempo y tener una perspectiva mucho más consciente y coherente con nuestro bienestar.

Pero no estamos solos en esto. Aunque es importante mirar individualmente cómo podemos transformarnos a partir de esta experiencia, este es un momento en el que estamos llamados a unirnos y protegernos como grupo familiar. Pasamos mucho más tiempo juntos, cada uno con sus necesidades, ritmos y personalidades y es una prioridad mantener un funcionamiento saludable y armónico aún bajo condiciones de estrés.

En este sentido, promover la resiliencia familiar, la cual es entendida como la potencialidad que tienen las familias de recuperarse, crecer y emerger más fuertes de situaciones estresantes y adversas, resulta relevante en estos momentos.

Elementos clave de la resiliencia familiar

Te presentamos los elementos que al estar presentes facilitan la resiliencia. Existen nueve y tienen que ver con tres aspectos del funcionamiento familiar: las creencias de la familia, la forma de organizarse y los procesos de comunicación o resolución de problemas.

Creencias familiares

La familia comparte creencias y éstas pueden facilitar la salud y el crecimiento o pueden obstaculizarlo.

  • Darle sentido a la adversidad. Resulta fundamental que la familia perciba el momento difícil como un desafío comprensible y manejable. Es necesario darle sentido al cómo ocurrieron las cosas y clarificar sus causas.
  • Mirada positiva. Se ha comprobado que las familias de mejor funcionamiento tienen una mirada de la vida más optimista y esto hace que los miembros de la familia participen activamente en la búsqueda de soluciones y recursos que les ayuden.
  • Espiritualidad. Se ha encontrado que la mayoría de las familias encuentran fortaleza y amparo gracias a las conexiones que tienen con sus creencias y prácticas espirituales.

Organización familiar

La resiliencia se sostiene con una forma de funcionar flexible, con la cohesión de los miembros y con la disponibilidad de recursos económicos y sociales.

  • Flexibilidad. Se deben elaborar otras condiciones de normalidad y reorganizar las formas de funcionar para lograr adaptarse. Esta es una oportunidad para participar más activamente en la educación de los hijos, conectar con la pareja, realizar actividades del hogar de forma colaborativa, jugar en familia, comunicarse con los familiares y amigos en la distancia, encontrar o retomar pasatiempos.
  • Buscar la unión. Se hace necesario desarrollar formas de trabajar en equipo, por lo que es importante asignar responsabilidades y llegar a acuerdos. De igual forma, debe haber comprensión, cada miembro puede reaccionar diferente ante el mismo acontecimiento y resulta importante respetar las necesidades y diferencias individuales.
  • Apoyo social y manejo de recursos económicos. La familia extendida, los amigos, los grupos con intereses en común y religiosos, ofrecen un apoyo emocional y práctico muy importante, por lo que se deben mantener y propiciar las comunicaciones. Por otro lado, la estabilidad económica también es un aspecto que cuidar, en tiempos difíciles se requiere planificar el manejo de los recursos económicos y gestionar las finanzas familiares con mayor cautela.

Comunicación o resolución de problema

  • Claridad. Compartir información clara y precisa es un requisito fundamental para propiciar la resiliencia. Se plantea que los padres y demás familiares deben mostrarse dispuestos a conversar, cubrir preocupaciones y aclarar preguntas.
  • La expresión emocional. Compartir todo el rango de sentimientos (alegría, dolor, rabia, tristeza) resulta un factor esencial para generar un clima de apoyo. Ocultar las emociones que no son agradables no es recomendable. Una comunicación abierta hace posible que los miembros de la familia puedan entenderse unos a otros en momentos desbordantes y facilita la cooperación. También, se recomienda incorporar del humor y la alegría en el día a día.
  • Resolución de problemas en colaboración. Es importante que las familias tomen decisiones compartidas y en un ambiente de colaboración, esto aumenta la creatividad y se abren nuevas miradas hacia las posibilidades y recursos disponibles.

    Cecodap 

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