Cincuenta y cinco toneladas de suministros de salud de UNICEF han llegado a Venezuela desde principios de año, dijo hoy la organización de las Naciones Unidas para la infancia. Los artículos se distribuyeron en 25 hospitales de los estados más afectados, Caracas, Miranda, Zulia, Bolívar y Táchira, e incluyen botiquines obstétricos, antibióticos y medicamentos para el tratamiento del paludismo.
“Según estimaciones preliminares de las Naciones Unidas, una tercera parte de los niños de Venezuela necesitan ayuda para acceder a los servicios básicos de nutrición, salud y educación”, dijo Paloma Escudero, Directora de Comunicación de UNICEF, que acaba de concluir un viaje de tres días al país. “UNICEF trabaja en Venezuela desde hace casi 30 años. Mientras el país se enfrente a los efectos devastadores de una crisis económica y política, seguiremos proporcionando a sus niños más vulnerables, dondequiera que se encuentren, el apoyo humanitario que necesitan. Las necesidades de los niños siempre deben estar por encima de la política”.
A UNICEF le preocupa que la actual situación en Venezuela haya reducido el acceso de los niños a los servicios esenciales y haya aumentado su vulnerabilidad, anulando varias décadas de progreso. Según estimaciones de las Naciones Unidas basadas en fuentes oficiales y de otro tipo:
- Alrededor de 3,2 millones de niños, es decir 1 de cada 3, necesitan asistencia humanitaria;
- La mortalidad infantil aumentó en un 50% entre 2014 y 2017;
- Desde principios de año se han registrado 190 casos sospechosos de difteria y 558 casos sospechosos de sarampión.
En un centro de salud en las afueras de Caracas, Escudero habló con madres y trabajadores de la salud sobre los desafíos diarios que confrontan quienes brindan o reciben atención médica.
“La gente con la que hablé describió un cuadro muy sombrío de la situación de la salud en el país”, dijo Escudero. “Muchos médicos y enfermeras han abandonado el país. Los centros médicos están funcionando al mínimo de su capacidad debido a la escasez de medicamentos. La falta de piezas de repuesto ha paralizado las unidades móviles de salud y las ambulancias. Las mujeres embarazadas, muchas de las cuales son demasiado jóvenes y están anémicas, tienen grandes dificultades para obtener la atención que necesitan. Con el empeoramiento de la escasez de combustible, a veces ni siquiera pueden llegar a los centros de salud. Las mujeres que están a punto de dar a luz necesitan llevar sus propios suministros obstétricos cuando llegan al hospital. Para un país que ha logrado grandes progresos durante décadas en la calidad de su atención médica, esta situación es dramática”.
Los recientes envíos de suministros de salud elevan a casi 200 toneladas la ayuda humanitaria enviada por UNICEF a Venezuela el año pasado. En lo que va de año, UNICEF ha colaborado con aliados de ambos lados del espectro político para proporcionar lo siguiente:
- Acceso a agua potable para más de 400.000 personas y a servicios de abastecimiento de agua, saneamiento e higiene para otras 25.300 personas en centros de salud, escuelas y otros espacios de aprendizaje y entornos amigos de la infancia.
- Suplementos de micronutrientes para casi 75.000 niños menores de 5 años y tratamiento ambulatorio para la desnutrición aguda para otros 3.500.
- Mesas antiparasitarias para 4,3 millones de niños y mujeres embarazadas y lactantes.
- Casi 9 millones de dosis de la vacuna contra la difteria, 176.000 dosis de la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola, y 260.000 dosis de la vacuna contra la fiebre amarilla durante una campaña nacional de inmunización.
- Más de 260 equipos educativos para 150.000 niños que cursan estudios en las escuelas públicas.
- Apoyo psicosocial para casi 10.000 niños y jóvenes.
“Esto responde solo de manera muy superficial al problema”, dijo Escudero. “Millones de niños necesitan recibir vacunas, ir a la escuela, beber agua potable y sentirse protegidos. Tenemos planes para ampliar aún más nuestra respuesta, pero necesitamos más fondos flexibles que nos permitan llegar a los niños con los servicios que necesitan”.
UNICEF ha reforzado su presencia sobre el terreno, con oficinas cerca de las fronteras con Colombia y Brasil, lo que hace que sea uno de los organismos con mayor presencia operativa en el país.
Las necesidades de financiación de UNICEF han aumentado debido a los planes para proporcionar más vacunas, rehabilitar el sistema de agua y saneamiento, ofrecer tratamiento contra la desnutrición y suministros médicos, y garantizar que los niños cuenten con el apoyo en materia de educación y protección que son esenciales para su futuro y su bienestar.
“Estamos decididos a proporcionar a los niños que lo necesitan un apoyo oportuno y de calidad y confiamos en la asistencia de nuestros donantes mientras seguimos aumentando nuestra respuesta y fortaleciendo nuestros mecanismos de supervisión sobre el terreno”, dijo Escudero.
Comentarios recientes